Don Ramón vive en el departamento número 72 de la vecindad junto a su única hija, la Chilindrina.

A lo largo de su vida ejerció diferentes profesiones, notablemente dentro de algunos deportes. Se sabe que fue boxeador, futbolista americano, y torero -entre otros-, temas sobre los que ilustra a los niños de la vecindad. Recurrentemente ejerce diversas labores, normalmente relacionadas con oficios cotidianos: plomero, zapatero, carpintero.

Carismático, de buen corazón, pero con un mal genio explosivo. Es de facil irritabilidad frente a los niños entre otras cosas, por mofarse de su aspecto fisico desgarbado. Al Chavo, a Quico y a su hija la Chilindrina los reprende físicamente a través de coscorrones con efecto de sonido incorporado, un pellizco de 180 grados a la altura del brazo y de diferentes formas respectivamente. Sin embargo, normalmente es acusado injustamente por Doña Florinda de intentar dañar a Quico, y reprendido violentamente con bofetada propulsora de giro a 360 grados.

Tampoco tiene una buena relación con el Señor Barriga, a quien le adeuda 14 meses de renta y por lo tanto, lo evita siempre que sea posible. Esta cantidad de meses es una constante a lo largo del programa. Sin embargo, Don Ramón paga parte de la deuda a través de trabajos temporales de mantenimiento a la vecindad.